jueves, 10 de noviembre de 2016

SOCIEDAD CAÓTICA.

Nuevos problemas comienzan a hacerse visible

Ayer por la mañana comenzaron a quedar en evidencia los problemas entre la sociedad y el emperador, ya que hubo una reunión de la plebe y una gran revuelta en la plaza central.

Por J. Freije y N. Funes Cabanelas

    (A.I.R.) Los conflictos entre la plebe y el emperador se hacen visibles. Y ya no solo es cuestión de una simple discusión entre estas partes de la sociedad, sino que a esta protesta se le suma la participación de algunos clientes en disconformidad con el trato que tienen los patricios hacia ellos. El conflicto ha alcanzado un nivel más elevado de lo que el mismo emperador hubiese pensado y la revuelta de ayer no solo ha producido disgustos en la plaza central. Se sospecha de la complicidad de los guardias que se encontraban en ese momento en la plaza y no hicieron nada para detener dicho suceso.

    Este problema surgió de un mal manejo político y económico por parte del emperador, que había rechazado el pedido de los tribunos para rebajar los impuestos. No quiere causar disgustos sociales, pero su mal manejo económico los provoca. Esto enfureció a los plebeyos y los ha obligado a organizarse para poder aportar las sumas de dinero necesarias. Sin embargo, les resultó imposible y se rehusaron a pagar. El emperador enterado de esta noticia,  ejerció la fuerza y aquellos que no pagaron los impuestos, fueron encarcelados.

    Cansados de Rómulo Augústulo, los integrantes más poderosos de la plebe habían decidido realizar una reunión secreta de emergencia, aunque horas más tarde se conocería ese plan en toda Roma. El tribuno que lideró la asamblea fue Antonio Gandoto, jefe de uno de los comicios más importantes del momento.

Enfrentamientos en la plaza central.

    Gandoto indicó que los tribunos de la plebe están cansados del mal manejo de Roma por parte de los últimos emperadores. Se dice que el emperador se había reunido con él minutos antes de este suceso para evitar el descontrol del pueblo. A pesar de todo, en la reunión no se habría llegado a ningún acuerdo.

    Algunos plebeyos, enterados de la situación, decidieron causar un poco de alboroto, manifestando su situación en público en la plaza central. El hecho se salió de control y hubo treinta y tres heridos y tres muertos. Camilo Terrón, un vecino; dijo:“Estos tipos de enfrentamientos se podrían haber evitado si el emperador supiera cómo dirigir al Imperio”. Este hecho lamentable había comenzado ayer por la mañana y culminó a la tarde luego de una serie de enfrentamientos con los soldados.

    Los clientes, otros adheridos a esta situación, también se hacen escuchar, aunque en menor medida. Aprovecharon estos acontecimientos para manifestar que los patricios tenían un trato muy despectivo hacia ellos. Claudio Pompeyo afirmó:“Tenemos que obedecer  todo lo que necesitan nuestros jefes, y esto nos impide tener tiempo para nosotros mismos”. Aunque no todos los clientes están descontentos, la mayoría lo está, y participaron en la reunión junto con la plebe.

    Esta situación habría llegado a su fin recién por la noche, cuando el emperador, en un discurso señaló que los impuestos se rebajarán provisoriamente. Este hecho, si bien es un llamado a la calma y a la unión, no durará mucho tiempo, debido a las necesidades económicas que nuestro Imperio padece. En síntesis, la revuelta causó un gran escándalo en la sociedad romana, en parte por las malas decisiones de Augústulo, y por otra, por el descontrol de la plebe. Sin embargo, era casi inevitable prevenir los problemas que sucedieron y sucederán.


El saqueo al palacio
    Un episodio particular entre los incidentes fue el saqueo al palacio del emperador.  Fue consecuencia de la falta de seguridad en el palacio, ya que gran parte de los guardias no hicieron nada para evitar los conflictos de la revuelta. De este modo, los ladrones penetraron con facilidad, y no solo robaron una gran suma en oro y reliquias, sino que también destruyeron algunos objetos del lugar. Los ladrones habrían escapado sin muchas dificultades, un poco debido a las bajas defensas del palacio y otro poco por la complicidad de los clientes allí presentes. Esto no solo muestra un gran descontento con las decisiones del emperador, sino también los conflictos entre los sectores sociales.
    Si bien los ladrones deben ser ajusticiados, el emperador también debe cumplir su parte intentando unir la sociedad y sacando adelante la economía del Imperio.

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